La vida de Cristi y compañía

martes, marzo 04, 2008

La caja de las chupetas

Cristi has llevado muy bien la llegada de tu hermanita, todo son parabienes, besitos y caricias. Cuando te marchas de casa, quieres despedirte de ella, cuando vuelves enseguida quieres verla, ayudas a cambiarle el pañal, e incluso a bañarla y lo que más te gusta es que vayamos juntas a recogerte de la guarde y se la enseñes a todos tus amiguitos. Así que no podemos quejarnos en absoluto de tu disposición hacia Carmen.
Hacia nosotros tienes tus ratos, procuramos no restarte mucha atención, papi intenta quedarse en casa todas las tardes para repartirnos la tarea, los primeros días fué papi quien te llevaba a la guarde, pero ya he retomado yo la costumbre de hacerlo como lo hemos hecho siempre y luego vamos la hermanita Carmen y yo en el carrito para recogerte, pasamos un ratito por el parque y luego nos vamos a casa. Casi que pasamos más tiempo juntas ahora ya que te recojo antes de la guarde lo cual es estupendo y agradecemos mucho las dos.
El caso es que a veces tienes pequeños momentos de crisis, como lloriqueos tontos o pedir las cosas en rabietada, pero esto lo consideramos dentro de la normalidad. Otra cosa ha sido el chupete, a ti Cristi nunca te gustó, de hecho por mucho que lo intentamos no conseguimos nada, y tus primeros 6 meses fueron bastante agotadores ya que no te consolabas con nada hasta que finalmente cogiste la gasa, gasa con la que sigues durmiendo y que cojes también cuando te enrabietas. Al sacar unos chupetes para tu hermanita Carmen, tu también quisite uno, así que ante de convertir el tema en un posible conflicto decidí que lo mejor era no darle mucha importancia y para ello busque tus antiguos chupetes y los metí en una cajita muy mona y te dije que era tu cajita mágica de chupetes y que cuando quisieras una cojieras la cajita o me la pidieras y elgíamos el chupete que más te gustará. De vez en cuando me la has pedido y me preguntas cual es la que más me gusta yo te digo una y tu sueles elegir otra, la cojes y la tienes un rato en la mano (no eres de chuparla mucho) y luego o bien la dejas por ahí o me la das para guardarla porque según dices "ya eres mayor y no la necesitas".